1- Elige un hábito, y empieza con algo muy muy pequeño de él, que no requiera esfuerzo. Repítelo hasta automatizar ese segmento.
2-Identifica cuál es el obstáculo que te impediría empezar con tu nuevo hábito día tras día, y trata de evitarlo, colocando el nuevo hábito en espacios sin obstáculos.
3- Incrementa tu rutina de a poco. Suma flexiones, km, vasos de agua, porciones de fruta, lo que sea, pero de a poco.
4- Planifica el fracaso: prepárate mentalmente para el momento en que puedas tropezar. Piensa qué estrategia aplicarás para volver al camino.
5- Trata de recordar por qué estás haciendo esto, y cuál es la recompensa. Anótalo, repítelo.
6- Celebra cada logro: cada segmento asimilado, naturalizado, tiene que ser celebrado, ya que el cerebro, necesita entender qué está haciendo algo bien.
Photo by Tirachard Kumtanom from Pexels
Referencia: James Clear